Mi amiga y yo somos dos hombres negros con grandes pollas, cumpliendo el deseo secreto de una joven de que nos turnemos para hacerle sexo oral y hacernos cornudos
Cambio a mi tranquila hermanastra por una llamada de culo caliente y llevo a mi novia por una bebida, cena cocinada, sopa destruida, fiesta sexual escandalosamente perversa que nos deja gritando de placer a ambos, y cada uno alcanzando el clímax individual